martes, 2 de octubre de 2012

Comienza la campaña 2012-2013 con malas previsiones.

Ayer dio comienzo la nueva campaña oléicola 2012-2013 y, a priori, las noticias para el sector no son nada buenas. Las escasas lluvias producidas hacen que los agricultores no recuerden un año tan seco desde hace muchísimos años y temen que la cosecha se vea seriamente afectada por la falta de agua, provocando serios daños especialmente en Andalucía donde se produce el aproximadamente el 80% de la producción de aceite de oliva de nuestro país con más de 11.800 hectáreas afectadas por la sequía.

Todo apunta a que, después de tres campañas de gran producción, en las que se supero de media 1.400.000 toneladas, las previsiones para la presente campaña que acaba de comenzar no sean tan halagueñas y que los productores calculen unas pérdidas del 50% de la producción.

No obstante a pesar de estas previsiones el mercado no quedará desabastecido. Los buenos datos de la última campaña hacen que con las 700.000 toneladas almacenadas sean más que suficientes para cubrir las pérdidas de este año. Es conveniente recordar que España exporta unas 800.000 toneladas de aceite cada año por lo que una mala campaña junto con el consumo interno supondría un importante descenso en las existencias.

Esto ha hecho que el aceite de oliva haya elevado su precio para el mercado interior y  el mercado exterior, aunque los exportadores tratarán de minimizar esta subida de precios con el fin de no afectar el crecimiento que han tenido las exportaciones de aceite de oliva en los últimos años. 
Actualmente el precio medio por tonelada  ha experimentado en el último año un aumento de 800 euros por tonelada. Este aumento en el precio en origen del aceite se verá reflejado en los supermercados y por lo tanto suponemos que afectará al bolsillo de los consumidores.

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